Dentro de las paredes de Aliados por la Integración, cada historia individual teje el mosaico completo de nuestra misión. En la nueva entrega de ‘Hoy conocemos a…’, nos adentramos en la función y experiencia de José Pozo, quien, desde el departamento de Desarrollo de Instituciones Religiosas, ha dedicado más de una década a otorgar dignidad en etapas cruciales de la vida.
Pepe representa un puente entre la esencia devota de congregaciones y obispados y el compromiso humanista de nuestra entidad. Acompáñanos en este viaje por la pasión, la vocación y la dedicación de alguien que conoce, con certeza, el significado de servir.

¿Nos podrías contar un poco acerca de tu trayectoria profesional en Aliados por la Integración?
Llevo trabajando en esta entidad unos 11 años. Venía de un sector totalmente distinto pero con el mismo tipo de clientes, las Instituciones Religiosas. Me encantó el proyecto de poder ayudarles a vivir con la mayor dignidad en el último tramo de vida y me enrolé en este barco.
¿Cómo describirías tu papel como Gerente Regional de Desarrollo para Instituciones Religiosas? ¿Cómo es un día típico en tu vida laboral?
La clave siempre es estar al lado de los clientes potenciales para cuando llegue el momento oportuno de colaborar con ellos. Para ello hay que estar muy cerca de los clientes activos, generándoles tranquilidad y confianza, y que puedan dar siempre las mejores referencias a estos clientes potenciales. Mucha visita presencial a clientes activos y la justa y necesaria a clientes potenciales.
Sabemos que tu rol es tanto comercial como de asesoramiento. ¿Cómo equilibras estas dos responsabilidades?
Siendo sincero en el asesoramiento, ajustándose a la necesidad real, la conclusión siempre deriva en una operación comercial que va creciendo con el tiempo.
¿Qué te atrajo inicialmente a trabajar en el sector de las Instituciones Religiosas?
Sin duda, poder participar en ayudar a las congregaciones y obispados a atender en el último tramo de su vida, a unos religiosos, religiosas, sacerdotes mayores, que han dado toda su vida por los demás.
¿Cuáles dirías que son las mayores fortalezas de Aliados por la Integración para liderar, como lo hace hoy, la atención sociosanitaria a Instituciones y Congregaciones Religiosas?
Sabemos escuchar para poder entender lo que les da valor. Tenemos clara consciencia de que estamos en su casa y que debemos estorbar lo menos posible. Conseguimos que se despreocupen de que el personal que necesitan para atenderles no sea su problema. A partir de esta tranquilidad, quienes encabezan estos centros pueden tener planes de mejora que nosotros les ayudamos a implantar. También, a nivel económico, con nuestros precios fijos pueden tener mejor control presupuestario de costes en sus enfermerías religiosas y residencias.
¿Qué consejo o consejos darías a alguien que quiere entrar en el campo de desarrollo y asesoramiento para Instituciones Religiosas?, cuáles son las cualidades más importantes que alguien necesita para tener éxito en tu tipo de trabajo?
Creo que valdría lo anotado hasta ahora, añadiendo que hay que estar a un piñón con el personal de Operaciones, velando por mantener las razones de origen que llevaron al cliente a confiar en nosotros.
¿Cómo ves el futuro de las Instituciones Religiosas y su papel en la sociedad? ¿Cómo crees que Aliados por la Integración puede contribuir a ese futuro?
Nosotros, si seguimos generando confianza y buen hacer, podemos ir diversificando nuestros servicios y colaboraciones en otros ámbitos que tienen las instituciones. También debemos estar atentos al crecimiento de otros movimientos que están creciendo en la Iglesia y que compensarán el envejecimiento de algunas congregaciones.