Fundación Aliados por la Integración ha destinado un total de 235.807 euros para el desarrollo durante este año 2020 de proyectos sociales vinculados a personas en situación de vulnerabilidad de cuatro continentes (África, América, Asia y Europa).

Esta iniciativa, que se enmarca dentro de la colaboración que se mantiene desde hace más de una década con 45 instituciones y congregaciones religiosas, tiene como objetivo reforzar el compromiso de la entidad con quienes necesitan más apoyo en estos momentos. Además, en esta ocasión y dadas las circunstancias excepcionales provocadas por la Covid-19, “parte de esos fondos se están destinando a cubrir necesidades urgentes de atención sociosanitaria y prevención”, explica Almudena Fontecha, presidenta de la Fundación Aliados por la Integración.

Imágenes de acciones desarrolladas por la Fundación Benito Menni en el ámbito de la discapacidad intelectual.

Entre las iniciativas de colaboración más destacadas figura la donación a la Fundación Benito Menni para impulsar el proyecto Kerala en La India, que tiene por objetivo brindar una mejor calidad de vida a niños con discapacidad intelectual profunda y severa, y al mismo tiempo favorecer la acogida y rehabilitación de mujeres con enfermedad mental

Los fondos servirán también para colaborar con un comedor social de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús en Barcelona destinado personas necesitadas, así como impulsar el programa de Ayuda al Estudio de los Padres Paúles con libros y material escolar dirigido a jóvenes, niños y niñas de zonas rurales de Honduras.

Derechos Humanos

El continente africano representa uno de los principales objetivos de los programas, dadas las importantes necesidades de la población. En este sentido, la Congregación Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor dedicará la donación a iniciativas que mejoren la dignidad y los derechos humanos en Angola y Mozambique.

También en este territorio, las Carmelitas de la Caridad Vedruna han desplegado cinco proyectos sociales de relevancia. Los fondos se destinarán en este caso a colaborar en un proceso de fortalecimiento con la Delegación Diocesana de Migraciones de Tánger, a la acogida y protección de niños víctimas del tráfico humano de Gabón, a la lucha contra el abuso sexual y explotación de menores en Loma y al pago de matrículas para enseñanza obligatoria y superior de niños y jóvenes sin recursos de El Congo y Guinea.