Trabaja con Fundación Aliados desde enero de 2018. Primero lo hizo como directora de la residencia Santa María del Espejo y desde hace algo más de 4 años como directora de la residencia Virgen de la Esperanza, ubicada en San Sebastián de los Reyes. Entre las novedades que ha impulsado esta residencia se encuentra Famileo. Se trata de una solución para mantener a las personas mayores conectadas con sus familiares y seres queridos. 

Con Martín Martín iniciamos un recorrido que nos permitirá conocer mejor a los profesionales de Fundación Aliados por la Integración, el trabajo que desempeñan cada día y su visión sobre los servicios que presta una entidad comprometida con la sociedad.

carmen martin

 ¿Cuáles son las funciones de una directora de residencia de mayores?

Para mí, la principal función es acompañar, por un lado, a los residentes y a las familias en la etapa que están viviendo, que es una etapa con unas necesidades de cuidados muy específicas y, por otro, a los equipos de trabajo para poder desarrollar su labor.

En las residencias también hay muchas labores accesorias de las que muchas veces no somos conscientes, pero sin las cuales no sería posible que funcionara un servicio que está operativo 24 horas al día durante 365 días al año: recursos humanos, compras, proveedores, mantenimientos y un sin fin de cosas más.

¿Qué dirías que es lo mejor de tu trabajo o aquello que te genera mayor satisfacción?

Lo mejor de mi trabajo es ver que las familias confían en nosotros para que cuidemos a sus mayores, verlos contentos de estar en el centro, adaptados y a las familias tranquilas, es lo más gratificante, porque nos indica que estamos desempeñando bien nuestra función.

¿La pandemia fue el momento más duro que has vivido como profesional?, ¿Cómo viviste todo ese proceso?

Sí, sin ninguna duda, llevo más de 17 años trabajando en este sector y nunca pensé que pudiéramos vivir algo así. Tuve que vivirlo con mucha templanza y entereza, intentando trasmitir seguridad y control a residentes, familiares y trabajadores, aunque muchas veces había tanta incertidumbre que resultaba complicado. Trabajamos todos como una piña y así salimos adelante, cada día un poquito mejor. Aun así, la pandemia en el centro no nos tocó de lleno y nuestros problemas fueron más de suministros y personal que de otros temas más graves que ocurrieron en otros centros.

Fundación Aliados ha puesto en marcha un programa llamado ‘Aliados Advance’, que engloba soluciones específicas para mejorar la calidad de vida de los mayores en residencias, ¿Qué iniciativas habéis implantado en la residencia y cómo está resultando?

Nosotros en la residencia hemos implantado el Sistema de Asesoramiento en Alimentación y Nutrición desde el pasado mes de mayo, trabajamos mano a mano con un grupo de expertos nutricionistas para que nos configuren los menús personalizados a nuestro centro, según las necesidades y preferencias de nuestros residentes, siempre desde la base de una alimentación sana y equilibrada. Estos menús van cambiando según la temporada del año y han tenido muy buena aceptación entre los residentes.

También desde el departamento de Trabajo Social realizamos la Gestión de Ayudas a la Dependencia, como un recurso mas de apoyo a las familias en asesoramiento y presentación de documentación a la administración pública, así como el seguimiento de los procesos. Asistencialmente estamos comenzando a trabajar con Cama Geriátrica Ultra Baja o Cota 0 y con sensores de movimiento, en la línea de ser un centro libre de sujeciones y por último también hacemos uso del marketing digital como un medio mas para llegar a nuestros clientes potenciales y ofrecer nuestros servicios.

¿Qué aspectos dirías que valoran más las familias a la hora de elegir una residencia?

Para las familias yo creo que lo más importante es encontrar un sitio que les de confianza, que sientan que dejan a su mayor en buenas manos. Ser un centro familiar, cercano, de un tamaño medio, nos permite conocernos todos y esos facilita mucho el trabajo y la adaptación de los mayores. El tener cocina propia y que la alimentación sea casera, la ubicación, como es nuestro caso al estar en la misma plaza del ayuntamiento, o el equipo de profesionales que trabaja en el centro, son cosas que las familias valoran a la hora de elegir.

Desde tu punto de vista, y dada tu dilatada experiencia en el sector, ¿estamos ante una manera distinta de envejecer?

Por supuesto, envejecer se ha convertido en un proceso en el que se ha puesto a la persona mayor en el centro de la atención, lo cual ha ayudado a que las residencias estén cambiando. Ya no son los centros fríos y puramente asistenciales que eran hace años, ahora las residencias nos adaptamos a los gustos y necesidades de las personas que vienen, tratando que sean lo más parecido a un hogar para ellos, basándonos en la atención centrada en la persona y en el bienestar de la persona.